Ella. Semilla de una parte de mí

A continuación os dejo un texto mucho más personal que el de la semana pasada, lo escribí hace ya más de dos años aunque lo he editado. Lo publico ahora porque estaba escrito en papel, y merecía llenar un espacio en este nuevo proyecto mio, porque de cierta manera fue una metáfora que marcó el origen de una nueva etapa en mi vida.

Os dejo solos con él, o ella.

Nunca me pareció especial, jamás me fijé en ella, simplemente vivia con ella día a día, sin darle importancia, como si fuera una más, imprescindible, pero no especial…
Tuvo que pasar un tiempo entonces un buen día, desperté ante ella; ya la había visto un par de veces, en esas ocasiones la había mirado impasible y sin apreciarla lo mas mínimo -quizá me sugería cierta curiosidad-. Pero fue ese día, ese apagado y triste día de diciembre donde yo lo había dejado todo caer,había muerto una parte de mi. La furia que día tras día viéndola con otros se hacía más grande, más oscura, pudriéndome lentamente por dentro y arrancando las pocas ilusiones que aún me quedaban.Pensaba que nunca podría estar a su lado.

Pero de pronto llegó ella -salió de la nada,puede que del viento, de la bruma- esa que no parecía especial, vino a socorrerme.Me mostró la salida, ella no pretendía que yo huyera sino que analizara,descubriera el porqué de mis problemas y los afrontara decidido para así en un futuro cambiar mi mundo.
Desde ese día supe que no me abandonaría nunca, y yo cambié mi forma de mirarla, mi manera de escucharla, y ella me dio mucho, me abrió su mundo, se convirtió en mi nuevo amor, en mi princesa del subterfugio, con la que podría huir, luchar, componer mis pensamientos, romper mis dudas y evadirme de este injusto mundo, pero paralelamente conocerlo mejor y aprender a vivir dentro de él.

Ella...nunca se fue, nuca se irá pero ella no es mia.

Es de todos.

Reside en nuestras almas.

Ella se llamaba Literatura.