NACER, ESCRIBIR TU HISTORIA Y MORIR...



viernes, 13 de mayo de 2011

Análisis de “¡Indignaos!”, una lectura más que recomendable

Empezaría diciendo que todo esto empieza irremediablemente en la conciencia de los humanos. Por algo somos diferentes, que no superiores a los animales, cada uno con su historia...
La historia de la humanidad es una historia de progresos sucesivos acompañados de desafíos inherentes, como bien señala Stéphane Hessel en su libro ¡Indignaos! En esta pequeña obra escrita, casi a modo de discurso, reflexiona y llama a la sociedad actual para afrontar el nuevo desafío de nuestros días. Hessel nos llama a la indignación y para ello recurre a su propia experiencia en la lucha contra la injusticia; recurre también a la lógica; la inteligencia y a la épica que nos hace superarnos y perder nuestros miedos o nuestra timidez a sumarnos al cambio, un cambio siempre positivo.

El autor directamente se dirige a nosotros para subrayar la necesidad y la “obligación” que tenemos los individuos, las personas, de sentirnos humanos o, mejor dicho, ciudadanos (sujetos sometidos al derecho y a la responsabilidad). Este hombre, judío de 93 años, superviviente a los campos de concentración nazis y redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, nos invita a rebelarnos de forma pacífica contra un sistema injusto repleto de desigualdades cada vez más notables, tal y como él mismo hizo durante su época en la resistencia francesa cuando luchaba en la oscuridad del servicio secreto francés contra la ocupación de Francia por parte del totalitarismo delirante de Hitler y sus subordinados.



Él es un ejemplo apropiado para invitar a que la sociedad actual y, sobre todo los jóvenes, abramos los ojos ante los problemas, vacíos legales y oscuridad corruptiva del sistema en el que vivimos y al que estamos sujetos, queramos o no. Los asuntos sin resolver y las cosas por mejorar no se cambian al instante; requieren un esfuerzo y un compromiso totalmente alejado de la indiferencia que es, sin duda, el peor error. Yo, he de reconocerlo, soy un muy felizmente indignado por la situación de Palestina y la invasión de Irak; la situación en Líbia y Siria. La esclavitud del poder financiero, los recortes sociales, la censura, la corrupción y la hipocresía de algunos nos lo ponen bien fácil.

Os invito a leer este panfleto de apenas 60 páginas y, al igual como hace Hessel, a preguntar y a buscar las injusticias por las que estáis rodeados, ya sea en vuestra ciudad, comunidad, país o nuestro mundo.

Parafraseando a Hessel, ¡indignaos! Porque la indignación es el primer paso para la acción y la acción es el medio para resolver nuestros desafíos, para poder vivir mañana en un mundo más justo, equilibrado y sostenible.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Niña de la desdicha


Y ahora te conectas por las tardes
sigues sola y fría en la noche
y me cuentan que me quieres
pero ya no tienes más luces
que que te has quedado sin banderas
que se cayeron tus ideales
que te quedaste sin alas
que él no era él
y ya no haces más planes.

Volverás a ser de hielo dice
un chico que vuela con el fuego y se derrite
un tipo raro y bello
sigue tu rastro roto y triste
sendero a sendero
a medio camino de posar su broche
otra vez en la mitad de un cruce
caminos de miradas, uno loco
otra parece ser más borde.

Ya no te gusta jugar con las amapolas
con lo buena que eras de niña
se te han clavado un par de rosas
en el centro de tu pupila
niña mala, buena y sola
buscas gente y compañía
yo no quise abrirte la herida
la metafísica jugó a la desdicha.